jueves, 20 de marzo de 2014

Ayer estudiamos el modelo para innovar de Roberto Carballo. Iniciando con una reflexión sobre la necesidad y la escasez como motores de la innovación, y poniendo a África como ejemplo de innovación a través de sus ritmos musicales o su actitud emprendedora entre la máxima dificultad.

A la pregunta de ¿por qué innovar? Podemos responder diciendo que es necesario perfeccionarse para evitar una total dependencia, por lo que la innovación nace de la necesidad social. La cultura a su vez, se forma de la evolución y organización de las necesidades, vamos produciendo y perfilando cosas que responden a esas necesidades, y lo hacemos a través de la innovación. Sobre innovación tenemos un patrimonio ya adquirido a través de la cultura, y que debemos mejorar.

Me resultó interesante la idea de que es necesario enfocarse en sí mismo para conseguir calidad en lo que hacemos. La calidad es un componente básico para innovar, y en general, se desarrolla limitadamente. Deberíamos potenciarla a través de filosofías como la de: “Conócete a ti mismo”, que fue mencionada en la clase.

Otra idea destacada de la sesión de ayer es la de que los protocolos e institucionalizaciones encorsetan la capacidad de innovación de las personas. Para innovar hay que ir más allá de lo que sabes, ya que la innovación surge de las preguntas que nos hacemos sobre lo que no sabemos. Una vez activado el mecanismo de la innovación, la actitud innovadora, el incremento de la aceleración del proceso de innovación es exponencial y no tiene límites más allá de la edad que vivamos. Sobre innovación, cada vez se aprende más y más rápido.

Las normas de intercomunicación son importantes para poder desarrollar un proceso innovador en equipo, para ello señalamos las más importantes:

-Hablar en orden
-Practicar la escucha activa
-Tener una actitud abierta a la opiniones de los demás, respetarlos
-Ser positivos

Carballo destacó la filosofía japonesa de dedicar un 90% del esfuerzo a la planificación del proyecto, y un 10% a la ejecución. La buena planificación es muy importante para el éxito, y en el caso de España parece ser que solemos hacerlo al revés. Tenemos mucho que aprender para poder llamarnos innovadores. Nosotros por lo pronto seguimos trabajando en nuestros proyectos, en mi caso en periodismo solidario, para ver si al fin despertamos en la práctica esas capacidades innovadoras a las que nos vamos acercando mediante la teoría. 




Alba Sánchez

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